Historias de Tocatas

Llegamos como a las 20:00 al Arena Santiago que tenia la cancha llena de sillas, y mientras nos tomábamos un café no nos dimos cuenta como ya era la hora de que todo comenzara.

Eran las 21:34 cuando se encendieron las luces del escenario y las cortinas brillantes dieron paso a la banda que acompaña a Joss; Era una banda de integrantes en su mayoría negros, trompeta, saxo, batería, guitarra, un teclado y un órgano más tres coristas notables daban la bienvenida a un show que fue de lo más notable. Joss salio al plató con su pelo rubio al viento, un vestido strapless rojo de brillantes y descalza.

Su sencillez, carisma y femineidad brotaba por las pantallas gigantes y tuve la piel erizada todo el tiempo, su voz y talento nunca pasaron desapercibidos e hizo que nos enamoráramos de ella en cuanto asomo por el escenario. Camino de lado a lado del escenario, se tomo algo así como un técito en una taza blanca, sonrió todo el tiempo, hablo con el público y bailo. Amo estar ahí, o por lo menos esa fue la impresión que se llevaron todos.

Temas como You had me, Super Duper Love, Right to be wrong y Put your hands on me pegada a Fell In Love With A Boy hicieron que el público presente cantara hasta quedar con sus gargantas agotadísimas.

El cierre estuvo a cargo del cover “No Woman, No Cry” original de Bob Marley; Joss fue tras el escenario y volvió con unas preciosas rosas rojas, las cuales besaba y luego lanzaba al público, solo le quedo una de todas las rosas que había traído, se paseo por el escenario con ella, de un lado a otro, hasta que de repente se arrodillo en el suelo y toco la espalda de uno de los guardias del Arena y con una sonrisa muy dulce, le entrego la rosa.

Fue lo último que vimos de esta hermosa rubia con voz de negra. Fue una noche de increíble, repleta de emociones, con gusto a poco, pero fue perfecta, un espectáculo notable, una noche de esas que no olvidas nunca.

Agradecimientos a Sandra Carrasco T.